Cultivar tu propio huerto no sólo es una alternativa sana para quienes prefieren lo natural o viven en el campo. También se consigue embellecer el jardín, el patio, la terraza.. etc.
El terreno asignado a la huerta dependerá del espacio disponible. En una franja mínima de terreno se pueden mantener pequeños cultivos de hierbas aromáticas, algunas hortalizas y verduras.
Empezamos con el espacio que vamos a cultivar, eligiendo el lugar que reciba sol la mayor parte del día:
– Si dispone de un espacio abierto, se respeta el orden desde afuera hacia el centro: las pequeñas por los bordes, las bajas y voluminosas a continuación, luego las que requieran espalderas y contra el muro las más altas o trepadoras.
– Se debe considerar espacio para poder pisar y circular sin dañar la plantación.
– Las hierbas y especies pequeñas se deben mantener en maceteros o entre las plantas del jardín, reservando la “huerta” para lechugas, tomates, etc.
– Se deben tomar precauciones con la menta: bajo tierra, sus tallos son verdaderas guías que atraviesan el terreno y pueden invadir nuevas plantas.
Hacer un plano de la huerta:
– Se hace previamente un pequeño plano en papel, dibujando los espacios que asignará a las distintas variedades, especialmente en función de su tamaño y ubicación en el terreno.
Para un diseño más atractivo, se puede romper la uniformidad. Por ejemplo, en los ángulos de las variedades del centro o contra el muro, se plantan romeros y/o cedrón. En los bordes, se intercalan en forma ordenada las diferentes hierbas aromáticas y aliños: con dos o tres plantas de cada una tendrá suficiente para toda la temporada.
Preparar la tierra:
– Se inicia cuanto antes la preparación del terreno, para que la tierra “se airee”. Si planta directamente almácigos puede comenzar algunos días más tarde que si siembra semillas.
– Se delimita el perímetro de su huerta y se procede a su limpieza retirando malezas, piedras y alisando la superficie con ayuda de un azadón y un rastrillo.
– Se marcan los espacios asignados según el diseño previo, señalando las “camas” o hileras de plantación.
– Con el azadón se pican unos 15 cms. de suelo, hasta que sienta la tierra suelta y aireada en terrones pequeños.
– Se incorpora una capa de 2 a 10 cms. de compost y tierra de hoja reforzada, según el espacio disponible y la calidad del suelo
– Se puede agregar algo de guano, especialmente si su jardín es grande y la huerta se ubica a cierta distancia de la casa. Atención con esto, porque atrae moscas.
– Si su terreno es muy ácido podría necesitar agregarle cal, especialmente si siembra legumbres.
– Si planta patatas, no se debe economizar en guano o compost, los tubérculos se benefician mucho con el abono.
Cómo sembrar o plantar:
– Para tener abastecimiento y surtido por un mayor tiempo, se distribuye la siembra o plantación durante un período de 3 a 4 semanas, en intervalos de 3 o 4 días en cada variedad.
– La distancia de plantación está determinada por el tamaño de las plantas. Algunos ejemplos:
- Lechuga: 20 cms. entre plantas, altura 25 cms.
- Repollo: 45 cms. entre plantas, altura 30 cms.
- Tomate: 30 cms. entre plantas, altura 100 cms.
- Tomate coctel: 25 cms. entre plantas, altura 100 cms.
- Patatas: 20 cms. entre plantas, altura 50 cms.
- Zanahoria: 8 cms. entre plantas, altura 15 cms.
- Apio: 30 cms. entre plantas, altura 50 a 60 cms.
- Cebollín, cebolla: 10 a 15 cms. entre plantas, altura 25 cms.
- Calabacín Italiano: 50 cms. entre plantas, altura 60 cms.
- Ají Enano: 25 cms. entre plantas, altura 40 cms.
- Perejil, Cilantro, Orégano, Eneldo, Estragón, Tomillo: 15 cms. entre plantas, altura 15 a 20 cms.
Fuente: Sodimac. Hágalo usted mismo